Disfruto creando recetas a partir de ingredientes que tengo la nevera. Hoy la nevera lucía de forma especial: acelga roja, kale, naranja sanguina, guisantes frescos, … y he decidido hacer mi propia versión del Buddha bowl. Aunque poco tiene que ver con la idea original del Bol de Buddha, me parece una buena fórmula para crear una comida improvisada, rápida, sencilla y, por supuesto, completa.
Con el ruido mediático y las modas entorno a la comida saludable, muchas veces dejamos de entender el sentido de las cosas… Por eso no me gustaría dejar de profundizar en el fenómeno Buddha Bowl.
El monje Zen Dan Zigmond, en su libro La Dieta Budista, describe una dieta discreta, vegetariana, con ayunos intermitentes, sin alcohol, ni otros excesos. En sus escritos no incluye recetas propiamente dichas, sino sugerencias e ideas para hacer cambios en la práctica diaria y así comer siguiendo la dieta de Buddha. No existe en los textos una receta original del Buddha bowl, pero si sabemos que Buddha, cada mañana, salía a pasear con un bol. Los locales de la zona se acercaban y ponían un poco de comida en él, a modo de donativo, y después Buddha comía aquello que le habían dado.
Podemos interpretar entonces, que el Buddha bowl es un bol lleno de diferentes alimentos que tenemos a mano en cada momento. Posiblemente se trataban de ingredientes sencillos, sanos, de temporada, locales y sin procesar: arroz, verdura, algo de proteína vegetal y poco más…
Mi versión particular del Buddha bowl lleva como base canihua, un delicioso pseudo-cereal parecido a la quinoa, pero mucho más pequeño, sabroso y con asombrosas propiedades… el resto es una mezcla de vegetales y frutos secos que complementan la proteina que contiene la canihua…
Preparación
En una olla ponemos a calentar el agua con sal marina, añadimos la canihua y dejamos cocer a fuego medio durante 20-25 minutos o hasta que el agua se haya consumido. Retiramos del fuego y reservamos.
En un wok calentamos el aceite de coco y doramos el jengibre ligeramente. Añadimos las acelgas y kale y salteamos 3-4 minutos. Incorporamos los guisantes, tomates y salteamos otros 3 minutos.
Por último echamos la canihua cocida junto con el zumo de naranja y dejamos que se consumo mientras movemos constantemente. Retiramos del fuego y rociamos con un el tamari. Rectificamos de tamari si fuera necesario.
Servimos en dos boles y decoramos con las láminas de cebolleta, cilantro, anacardos, las rodajas de sanguina, ralladura de limón y pimienta.