En esta ocasión he elaborado una ensalada de inspiración asiático-mediterránea con daikon, brotes del rocío y comino negro; llena de propiedades remineralizantes y depurativas para combatir los ya deseados días veraniegos.
Siempre me gustado mezclar estilos en la cocina y recoger lo que cada uno me brinda. Recomponer un collage culinario que culmine en una nueva y sorprendente pieza para deleitar y afinar los 5 sentidos.
El rábano daikón de origen japonés y alimento medicina de la macrobiótica tiene un aroma dulce y picante a la vez, parecido a los rabanillos comunes que todos conocemos. Se recolección es en invierno-primavera y puede tomarse fresco o cocinado en ensaladas, sopas o salteados. En macrobiótica se utiliza a menudo deshidratado para incluirse en sopa de miso, ramen, arroz integral…
Su aporte en vitamina C y minerales lo convierten en un diurético, deportivo y alcalinizante excelente.
La Hierba del rocío (Mesembryanthemum crystallinum), ficoide glacial o anémona de tierra, es originaria del sur de África aunque su capacidad de adaptación ha permitido su cultivo Asia, Sur de Europa, Grecia y las Islas Canarias donde se utilizaba para la obtención de sosa caústica y la elaboración del gofio canario.
Nuestro amigos de Portomuiños las están cultivando y comercializando desde hace tiempo. Al igual que la algarroba era una planta que había caído en desuso y poco valorada en nuestro país que afortunadamente ha sido recuperada e introducida en el mundo de la alta cocina enriqueciendo nuestra cultura gastronómica.
Es trata de una planta crujiente, jugosa y salada que nos recuerda a la textura de un alga carnosa. Lo ideal es utilizarla en crudo para aprovechar la clorofila y sus propiedades reminaralizantes.
El comino negro o Nigella sativa tiene sus inicios en la antigüedad de los países del Mediterráneo. En Oriente Medio se utiliza en tratamientos contra el cáncer y la Ayurvédica lo introduce en tratamientos hepáticos, hemorroides, diarrea, tos, parasitosis, etc.
Entre sus múltiples propiedades destaca por ser especialmente efectivo en patologías digestivas, sedante, anti-inflamatorio, bactericida, antioxidante y regulador natural del sistema inmune.
Muchos laboratorios de suplementación natural venden comino negro en cápsulas para tratamientos concretos, también podéis encontrarlo en semillas para aderezar vuestros platos.
La macrobiótica utiliza el gomasio o sal de sésamo para condimentar y alcalinizar los cereales integrales de sus platos y aportarles ácidos grasos esenciales, calcio, hierro y otros oligoelementos imprescindibles para el organismo.
Se trata de una mezcla deliciosa de sésamo tostado y sal marina que utilizo a menudo en muchas de mis recetas y que a la que me gusta añadir otras semillas y condimentos.
En esta ocasión, decidí enriquecer el gomasio con comino negro y mezclé en el molinillo de semillas: sal marina, sésamo tostado y comino negro. Sólo tienes que espolvorear la mezcla por encima de cualquier receta para incrementar su sabor y propiedades!
Preparación
Mezclamos las todas verduras en un bol y reservamos.
En otro bol pequeño añadimos el mirin, vinagre, tamari y aceite de sésamo. Ligamos bien y rociamos por encima de la verdura. Mezclamos bien , empatamos y espolvoreamos con gomasio de comino negro.
Servimos inmediatamente.