Descripción
El tarro de fermentación esta especialmente diseñada para favorecer la proliferación de bacterias ácido lácticas que se generan en las fermentaciones anaeróbicas donde existen las condiciones optimas de humedad, salinidad y ausencia de oxígeno.
Para ello, tan sólo tenemos que introducir vegetales dentro del tarro de fermentación, prensarlos con el palo de un mortero y incorporar los pesos para evitar que entre aire y suban los alimentos a la superficie.
Tapamos el frasco encajando la tapa en canal reservado para el agua y añadimos suficiente agua para subir la tapa hasta la mitad.
De esta forma se produce una barrera que protege el contenido del interior del tarro, a la vez que permite la salida de los gases que se generan durante la fermentación (CO2).
La fermentadora favorece el consumo regular de alimentos fermentados caseros de gran valor nutricional. De esta forma regeneramos nuestra flora intestinal con probióticos y prebióticos, asegurando un buena salud intestinal y fortalecimiento del sistema inmune.
Instrucciones de uso:
- Introducir las verduras a fermentar en la fermentadora
- Prensar con la ayuda del palo de un mortero e introducir los pesos de cerámica para mantener las verduras prensadas y sumergidas en la salmuera
- Rellenar el canal con un poco de agua para aislar el producto de bacterias y favorecer que salga el aire sin tener que abrir la tapa
- Cerrar la fermentadora con la tapa y comprobar que el agua del canal la cubre hasta la mitad. (Nota Importante: Comprobar que siempre haya agua en el canal)
- Una vez hecha la fermentación, abrir la fermentadora
- Sacar los pesos y lavarlos bien con un cepillo y agua. Dejamos que sequen completamente cerca de una fuente de calor antes de guardar
- Mantener la fermentadora en la nevera mientras consumimos los encurtidos
- Lavar la fermentadora a mano y dejar secar completamente antes de cerrar